viernes, 23 de septiembre de 2011

Cómo de que no...

En México sí se realizan obras arquitectónicamente sustentables. Estas no llegan a ser a la escala de muchas otras de países más desarrollados, sin embargo siguen siendo consideradas dentro de esta categoría.
Debemos recordar que para que un proyecto sea sustentable debe cumplir con ciertos requisitos.  Entre estos tenemos:

1. Construir justo lo que necesitas y no más.
2. Aprovechar el entorno, tanto diseño como recursos ambientales. ( energía solar, eolica, aguas, viento, etc...)
3. Aprovechamiento de estas energías para reducir el mismo consumo. En algunos casos, incluso generar su propia energía de manera natural.

y ya por último no olvidar el principio básico de la sustentabilidad expuesto en "Our common future", artículo presentado en la Organización de las Naciones Unidasen  en 1987 .

" El desarrollo es sustentable cuando satisface las necesidades de la presente generación sin comprometer la capacidad de las futuras generaciones para que satisfagan sus propias necesidades".

Con estos datos nos damos cuenta que una obra no requiere de presupuestos exorbitantes, materiales impactantes ni sistemas de construcción masivos. En esta época de frivolidad arquitectónica es cuando vemos que tenemos que regresar a los principios básicos de la arquitectura, es decir,  una arquitectura asequible, ordenada, sensitiva y funcional.

Para esto basta ver cómo vivían nuestros antepasados. El tipo de casas que utilizaban en la cultura maya son un ejemplo perfecto. Ellos lograban protegerse de las altas temperaturas del día y mantenerse frescos gracias a que estaban hechas y recubiertas con materiales de la región. Así mismo  en la noche lograban mantenerse calientes gracias a la inercia térmica del material.



Contaban además con dos aperturas únicas laterales que permitían la circulación del aire de forma natural sin que hubiera ningún estancamiento. Esto se lograba gracias al diseño rectangular con bordes curvos en la planta.

Otro ejemplo de esto es el arquitecto mexicano Mauricio Rocha Iturbide. Fue reconocido como "uno de los diez despachos mexicanos que más innovaron durante los primeros años del nuevo siglo".  También recibió la Medalla de oro en el marco de la XI Bienal de Arquitectura Mexicana por el proyecto de la Escuela de Artes Plásticas de la Universidad Autónoma Benito Juárez en Oaxaca, Oaxaca. En las siguiente foto podemos observar su proyecto y darnos cuenta de lo mencionado anteriormente. Su obra se integra completamente con su entorno, usa materiales de la región y no compromete a generaciones futuras en tema de satisfacer sus necesidades.


 También tenemos el despacho Taller 13. Su proyecto "Nicolas San Juan" es otro ejemplo de esta arquitectura. El edificio fue diseñado acorde a los árboles que lo rodean. Este además usa energía solar para calentar el agua, tiene un sistema recolector de lluvias para ser utilizada después. Cuenta con un sistema de aislación adecuado, además de que se utilizó madera certificada y pintura no tóxica.  Ya por último, este cuenta con una terraza que fue construida con estructura de bambú y cada balcón cuenta con un gran espacio para plantar.

Estos fueron tan sólo tres ejemplos pero como estos existen más. En conclusión, notamos que no es necesario realizar proyectos a gran escala para lograr cambios en nuestro planeta. Basta con ver cómo vivían nuestros antepasados y dejar de copiar modelos de otros países que no nos están dejando nada bueno.

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