Problemas que no terminan

Es claro que en México una de las principales problemáticas es la necesidad de reformas en cuanto a educación y gobierno como vemos en la publicación anterior pero además de esto, existen otros obstáculos, el aumento de la pobreza y como consecuente la marginalidad urbana.

El problema es este. La población no se establece totalmente en las ciudades, la mayoría lo hace de manera irregular en las periferias de estas. El problema está en que estas son zonas no aptas para el desarrollo humano. Las consecuencias de esto es que comprometen su calidad vida, integridad física, patrimonio y de esta manera afectan negativamente al medio ambiente contaminando y deteriorándolo. A su vez, esto repercute en su salud y seguridad.

Para darnos una idea del problema, "en 25 zonas metropolitanas se albergan más de 8 de las 14 millones de personas que padecen un medio ambiente con alto y muy alto grado de marginación". (CONAPO)  De estas destacan la ciudad de México con 3.3 millones seguido por la región de Puebla-Tlaxcala con 900.000.

Aparte  tenemos que, según proyecciones para la tercera década de este siglo, en México habrá más de 45 millones de hogares.  Esto significa que se construirán aproximadamente un millón de viviendas al año. El gobierno tiene como responsabilidad "hacer factible [...] la posibilidad de comprar, construir, remodelar o rentar una vivienda de acuerdo a sus posibilidades económicas y preferencias" de acuerdo al artículo 4 constitucional.

Hasta ahora problema debe sonar terrible pero no todo está perdido. Entre las múltiples intenciones que involucra aplicar una política de vivienda, México destaca en latinoamérica por promover y ejecutar políticas destinadas a construir viviendas mas sustentables con énfasis en la eficiencia energética y el uso racional de agua potable.

El nuevo objetivo de las políticas de vivienda es satisfacer la demanda habitaconal de una manera ambientalmente sustentable, incorporando elementos arquitectónicos y tecnológicos de alta eficiencia energética y así abatir emisiones de GEI.

Para abordarla de manera adecuada, la Comisión Nacional de vivienda cuenta con diversos instrumentos de política, así como la capacidad de coordinar iniciativas con los organismos de financiamiento y ejecutores de proyectos habitacionales.

De estos instrumentos, tenemos como los más eficientes el sistema de subsidios, la normatividad oficial y voluntaria, los esquemas de hipotecas verdes  y diversos componentes financieros y acciones de concentración entre actores públicos, sociales y privados, de los que les hablo en la siguiente publicación.