Algo es algo

Es cierto que poco, pero sí existe algo de apoyo hablando de arquitectura sustentable en México. Como les comentaba en la publicación anterior la Comisión Nacional de Vivienda cuenta con distintas herramientas a favor de la sustentabilidad.

A continuación les presento la que considero la más significativa. Esta es la hipoteca verde.  Esta consiste en un crédito para vivienda que se otorga con la condición de que a la nueva casa se le incorporen criterios de sustentabilidad, particularmente de ahorro energético (eléctrica y gas), aprovechamiento de energías renovables y ahorro de agua.

La hipoteca permite que un ciudadano que la solicite y se le apruebe, pueda aprovechar el ahorro económico que le significa el uso eficiente de la energía y agua o la aplicación de energías renovables, para incrementar su capacidad de pago y aspirar a una mejor vivienda.

El crédito Infonavit que se otorga a los beneficiarios cuenta con un monto adicional si se trata de una vivienda ecológica y así obtener una meyor calidad de vida, generando ahorros en su gasto familiar mensual derivados de la aplicación de las ecotecnologías que disminuyen los consumos de energía eléctrica, agua y gas además de contribuir al uso eficiente y racional de los recursos naturales.

Otro apoyo con el que se cuenta es el acceso a los bonos de carbono. Pero, ¿ qué es eso ? Bien, estos son un instrumento previsto en el Protocolo de Kyoto  que permite a las naciones unidas emergente acceder a una cierta financiación adicional para premiar proyectos concretados en su territorio tendientes a compensar emisiones de gases de efecto invernadero que realicen países desarrollados.

Su aplicación es todavía limitada y requiere de protocolos de procedimiento que deben ser aprobados por el organismo de las Naciones Unidas encargados del tema.

México desarrolló una metodología para lograr tal aprobación, convirtiéndose en el primer país del mundo que puede aplicarlo a proyectos integrales de conjuntos urbanos y viviendas. Esto desde julio de 2009.

Estos fueron dos ejemplos, pero no dudo que existan algunos más. Aún así siguen siendo pocos, pero de poco en poco es como se logran grandes cambios. Considero que las dos son muy buenas iniciativas. Sin embargo, me parece más interesante la primera. Lo digo porque, siendo sinceros, la población siempre se va a interesar primero por su economía que por lo que suceda con el medio ambiente. Con una hipoteca verde ambas partes salen ganando. Los usuarios ahorran en gasto energético, por lo tanto dinero y al mismo tiempo esto ayuda al planeta a reducir el impacto medioambiental. Es por eso que me parece una iniciativa viable.